ILUSIONES DEL FUTURO
26 abril 2010
Casualmente paseando esta mañana por nuestra capital, no he podido o hemos podido evitar la tentación de acudir a ver un ensayo de costaleros que se cruzaba entre nosotros. Este era un ensayo muy especial y es por eso por lo que quiero escribir sobre el mismo. Los capataces y la gente de alrededor que mandaban el paso, eran personas que trabajaban en la Semana Santa Cordobesa en cuadrillas y con capataces reconocidos de la ciudad y aún así, allí se palpaba la humildad con la que enseñaban y repartían ilusión a quién allí había debajo, TODO el mundo implicado y pendiente en esa cuadrilla, incluso capataces foráneos a la Hermandad se hicieron presentes en aquel ensayo, ¿Qué curioso tanta preocupación? Había detalles que a mi personalmente me sorprendieron gratamente, la ropa muy bien ajustada, muy bien colocada, las posturas debajo muy correctas e incluso algunos de los de abajo hablaban de “irse más de largo”, hablaban de “estar pendientes del son”, hablaban de que “el son debe de ser el mismo adelante y atrás” mientras reviraban con la parihuela, alguien decía algo de la “cadencia”, iban con el derecho o con el izquierdo sin preocuparle lo más mínimo siempre y cuando el bombo cayera donde tenía que caer, las “arriás” eran sobre un solo zanco… Era una parihuela muy pequeña y aún así no la ví culear mientras estuve allí, ¡Impresionante!, seguro que el cariño de todos los que había alrededor, no lo permitía. De todos sitios se aprende algo y yo personalmente hoy he aprendido mucho, de ilusiones, de detalles pequeñitos y de implicación y cariño para otros y no para uno mismo. Los vecinos de ese barrio, habrían las ventanas para ver pasar a esa gente que iba debajo, y eso que era un domingo muy temprano, tenían dos cuadrillas, una alta y otra baja que tenía que suplementarse, ya quisiéramos muchos de nosotros tener esa simplicidad y esa sencillez para asumir los problemas con tan fácil solución. Ahora bien, lo que más me sorprendió de todo esto es cuando participe de la ilusión que se palpaba en el ambiente de aquellos niños costaleros de 13, 14 y no más de 15 años y me acordé de que en Pozoblanco también existían estos niños costaleros y me volví a alegrar un poquito más aún, con la misma ilusión, con el mismo cariño, con el mismo entusiasmo y con tanta afición, pero también pensaba que era triste que a veces los mayores no sabemos o no saben valorar este tipo de cosas (sirva de ejemplo “la Semana Santa chica”), excusándose en los kg que pueda pesar, en los curas y en…. En fin. Os dejo unas fotos de esta cuadrilla, mandada por gente valiente que cree en los niños, futuro de nuestra jubilación.
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3 comentarios:
ole la cantera.
que alegria ver que nuestro caminar va tener relevo.
GLORIA DE DIOS Y DE SU BENDITA MADRE.
Que bonito, que articulo mas bonito y que bonito tuvo que ser aquello e interesante. Te das cuenta con este tipo de cosas que no somos tan imprescindibles como muchas veces pensamos, hay gente por encima nuestra y también la hay que viene desde abajo, que bonito es todo esto de verdad. Enhorabuena. M. M. F.
Estos son los pequeños detalles que nos hacen grandes. Creía que la semana santa chica era un invento nuestro pero hoy pienso de otra manera y después de leer este articulo, lo veo de una manera mas coherente e incluso necesaria y muy bonita. Que siga viva esta ilusión
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